Tukan sitzt auf einem Ast
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Pieza a pieza más conservación de la naturaleza

Poco a poco, en Naturefund queremos proteger la selva tropical de Costa Rica. Para asegurar este ecosistema único y el hábitat de plantas y animales raros, Naturefund compra zonas de selva tropical en una de las áreas más ricas en especies de Costa Rica.

Los bosques de las tierras bajas del Corredor de Amistosa conectan el Parque Nacional de La Amistad y la Península de Osa, donde se encuentra el Parque Nacional de Corcovado. Mientras que estas dos áreas de conservación designadas a nivel nacional gozan de la máxima protección legal, los bosques del Corredor Biológico Amistosa están políticamente desatendidos. Sin embargo, esta zona es extremadamente valiosa: con al menos 12 ecosistemas principales, las Tierras Bajas de Amistosa son uno de los mejores ejemplos de bosques húmedos tropicales de Centroamérica. Se considera un "punto caliente" de biodiversidad con un nivel excepcional de endemismo. Por ejemplo, alberga importantes poblaciones de grandes mamíferos en peligro de extinción, como el jaguar y el puma, y cuenta con otras numerosas especies animales, vegetales y arbóreas que suelen ser únicas en la zona. 

Hábitat en peligro

A pesar de la importancia del Corredor Biológico Amistosa, sus bosques aún no están protegidos. La caza furtiva, la tala ilegal e incluso la agricultura de tala y quema están destruyendo estos ecosistemas y amenazando el hogar de animales y plantas. Las tierras bajas del Corredor de Amistosa están situadas cerca de grandes carreteras y pueblos, lo que ha provocado la tala de bosques prístinos para la agricultura y la ganadería a un ritmo alarmante. Esta destrucción de bosques a gran escala ha provocado una grave disminución del hábitat disponible, poniendo en peligro especialmente a las especies con necesidades específicas de hábitat o con áreas de distribución muy restringidas. La habia de mejillas negras (Habia atrimaxillaris), por ejemplo, está restringida a una pequeña área en el Corredor de Amistosa y la Península de Osa, donde la pérdida de bosque significa que sólo se puede encontrar en el Parque Nacional Corcovado.

Cinco áreas son un comienzo

Proteger este sector es un plan ambicioso que pensamos abordar con nuestro socio local, la Fundación Universidad de Golfito. Nuestra estrategia inicial es comprar una zona de unas 1.000 hectáreas en el lado oriental de la zona. Esto se debe a que el flanco oriental es especialmente vulnerable debido a su geografía y a su fácil acceso. Para empezar, tenemos los ojos puestos en cinco zonas concretas de allí que podemos comprar con la ayuda de vuestras donaciones y elevarlas a la categoría de reserva biológica. Con la compra de estas propiedades, podemos impedir que los madereros legales o ilegales entren en los bosques tropicales, creando una barrera protectora para el valioso Corredor Biológico de Amistosa.  

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