Ambas mujeres son muy emprendedoras y están dispuestas a tomar riesgos. Fueron las primeras en animarse a instalar una parcela de agroforestería dinámica. Las demás vecinas poco a poco fueron siguiéndolas.
Aprendiendo con los ojos
La visita a sus parcelas inició con una exposición fotográfica de cada agricultora donde nos narraron el proceso de aprendizaje que están viviendo: visita a parcelas agroforestales dinámicas en otras zonas, talleres, instalación de parcelas, manejo y cosecha. Para ellas se trata de una nueva forma de "aprender haciendo", experimentando, acertando, fallando; pero sobre todo sintiendo y observando a la naturaleza. A esta experiencia la llamaron "aprendiendo con los ojos".
Innovación personal
Ambas están viviendo una nueva práctica, en la que están interactuando con nuevas especies y entendiendo a la naturaleza de otra manera. Dentro de las nuevas especies que más le llaman la atención a doña Calixta se encuentra el amaranto. Ella explica que es la primera vez que pueden producir este grano andino de gran valor nutricional. Se llena de orgullo al contar que muchos y muchas visitantes se impresionan con el amaranto y piden comprarle semilla.
Por su parte, doña Delicia se ha puesto la labor de promover la creación de terrazas de formación lenta en su terreno que es un tanto inclinado. Esto lo realiza con troncos de la zona, cultivos, árboles vivos y con la materia orgánica del manejo de la parcela.
Futuro
Las parcelas de doña Calixta y Delicia son un ejemplo a seguir en la zona de los Valles Interandinos de Cochabamba. Esperamos que se unan más y más mujeres en la segunda fase del proyecto.