· PIK Instituto de Potsdam para las Investigaciones

Defectos de diseño en el sistema actual de protección del clima mundial

El Instituto de Potsdam para las Investigaciones de las Consecuencias del Cambio Climático designa los principales errores del diseño en el sistema internacional actual de protección del clima mundial.

El propósito del acuerdo de Copenhague puede ser alcanzado

Los autores analizan los intereses de los diferentes grupos de países y explican cómo la estrategia internacional de la protección del clima podrá ser desarrollada estructuralmente en el espíritu del acuerdo de Copenhague, para limitar el calientamiento global a 2 grados centígrados.

„Para dar un nuevo empuje a las negociaciones sobre un acuerdo climático global, se necesita una estrategia eficaz y justa“, dice Lutz Wicke. Esta estrategia tendrá que tener en consideración los intereses de todos los países por igual. Junto con Hans Joachim Schellnhuber y Daniel Klingenfeld del ya mencionado Instituto de Potsdam (PIK), el director del Instituto de Gestión Ambiental en la Escuela de Estudios Superiores de presentó ahora la „estrategia del clima 2°max“. Basándose en el "presunto presupuesto" del Consejo Científico del Gobierno Federal sobre los cambios ambientales globales (), los autores demuestran cómo el objetivo del acuerdo de Copenhague puede ser alcanzado y el calentamiento global limitado a dos grados centígrados.

Superar los defectos de diseño del Protocolo de Kyoto

El informe dice, que lo primero es de superar los defectos de diseño del Protocolo de Kyoto. Obligaciones auto-impuestos de los países de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, para realizar de verdad una protección del clima eficaz, no son suficientes. “El modelo - cada quién da lo menos que pueda - ha hecho que las negociaciones llegaron a una calle sin salida“, dice Schellnhuber. Para poder cumplir realisticamente con el límite de los dos grados centígrados, las emisiones mundiales tienen que bajar antes del año 2020 - y llegar a la mitad del nivel de 1990 hasta el año 2050. Las auto-oblicaciones de los países, que fueron presentados para el acuerdo de Copenhague, significan por el contrario un aumento de más de tres grados centígrados de la temperatura media global en este siglo“, dice Schellnhuber (véase el comunicado de prensa: “Acuerdo de Copenhague no cumple con el objetivo climático de los dos grados centígrados”).

Una delimitación de las emisiones compatible con el límite de los dos grados centígrados

Los autores exigen una delimitación mundial de las emisiones que sea compatible con el límite de los dos grados centígrados. De esta manera la estratégia respeta también los intereses de China y Estados Unidos, de no aceptar delimitaciones nacionales de las emisiones. La limitación de las emisiones no tendrá que ser definita a nivel nacional, sino global y realizada por medio de un sistema de comercio de las emisiones, llamado „Pico y Comercio“.

El (para nada demasiado estrecho) primer límite máximo obligatorio mundialmente – el „Pico“ – de, por ejemplo 35 milliones de toneladas de dióxido de carbono en 2015, debería ser reducido gradualmente en los años siguientes para llegar al acordado límite máximo . Distribuidos uniformemente a una población mundial de 6,9 mil millions, en el año base 2010, esto corresponde a un derecho de emisión de cinco toneladas CO2 por cápita.

Un ser humano, un derecho de emisiones’

„El principio de distribución „Un ser humano, un derecho de emisiones“ - que es también la base del presupuesto del Consejo Científico del Gobierno Federal sobre los cambios ambientales globales, -es la condición previa para que los países de desarrollo sean integrados de manera honesta, justa y activa“, dice Wicke. Para estos países existe la posibilidad de un gran incentivo económico, vendiendo a largo plazo sus derechos de emisiones no utilzados, siempre y cuando ellos tengan un desarrollo sostenible y respetuoso con el clima. Un precio uniforme para los certificados de emisiones provenientes de los combustibles funcionaría mundialmente como un incentivo para las inversiones y el consumo respetuoso con el clima, el ahorro de energía y el aumento de la eficiencia, así como la expansión de las energías renovables.

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